Es sabida costumbre del tiempo la de huir furtivamente; tanto que salvo por dos o tres señales convencionales, son pocos los iluminados que permanecen conscientes de su transcurso. Si no ha habido una transformación profunda, un evento conmovedor, un hito clásico como el crecimiento de los chicos, uno sencillamente lo asume así, como algo que se escapa y que nunca abundará. La Tana una vez me dijo que ella nunca entregaba su tiempo displicentemente, que siempre elegía a qué o a quiénes dedicarlo porque de eso estamos hechos, de unidades de tiempo. Habrá sido de las pocas veces que le presté el cien por ciento de mi atención, menos por lo intrincado del concepto que por el interés que entonces (y ahora también no vaya a creer) despertaba en mí su cualidad de mujer recién estrenada.
El sábado, de madrugada, a los 86 años, murió como de rayo mi tía abuela Purita, hermana menor de mi abuelo materno y última sobreviviente del Consejo de Ancianos de esta familia. Mientras repasaba uno a uno los rostros del clan rodeando su féretro no pude evitar pensar que todos los allí presentes avanzamos - por el hecho simple y triste de su muerte - un casillero más en este juego de la oca que es la vida. Mis hermanos, mis primos y yo somos ahora la generación intermedia, la que va promediando la carrera hacia el mismo destino, a plazo tal vez no demasiado próximo pero fatalmente cierto.
El domingo Lolita, según es hábito en ella, se trepa a una silla para abrazarme cara a cara, a la misma altura y tras el mimo cotidiano me dice:
- A ver Papi, agachate un poco, Faaaa!!!! se te ve un montón de cabeza.
Viniendo de una criatura inocente, es con mucho la frase más oscura que me han dicho; tardé unos segundos en decodificarla. Busqué un espejo de mano, me paré frente al tríptico del baño y apunté a la coronilla. En efecto, allí estaba el pequeño círculo despoblado de cabello que llamó su atención infantil.
"meestoyquedandopeladoylaputísimamadrequeloparióycuándomierdapasóestoquenomedícuenta"
- Tana, mirá ¿me estoy quedando pelado?
- No, hace mucho que lo tenés y siempre está igual, dejate de mariconadas.
¡Hay que joderse con este tiempo sotreta!