martes, 13 de enero de 2009

El día que hablé con Dios - Fin

Mi madre, como la de Juan, había bebido un sorbo de anodina Coca Cola pero bien lejos estaba del rictus de la derrota, más bien pensaría para sus adentros dónde pude haber escondido la otra bebida. Y es que no es mujer de abandonar la lucha, seguía y seguía con sus amenazas de lavar sus toallas aparte, de desinfectar los baños de la casa con fluído Manchester, de quemar nuestros colchones y de expulsarnos uno a uno del sacrosanto hogar si seguíamos por la senda equivocada. Mi tía, va de suyo, no le iba en zaga; mis primas, a su turno, tenían la morbosidad en el pico cúlmine.
Para mí el tiempo transcurría obstinado, inclemente, traidor, sin que se me ocurriera puta idea de cómo salir de aquel brete. Es sabido que la desesperación es pariente de la contrición, levanté el teléfono rojo y prometí al Altísimo toda clase de sacrificios personales y enmiendas a cambio de una oportunidad, una sola remota y mínima posibilidad de postergar por un rato mi entrada triunfal al Hades. En eso estaba cuando como de rayo me vino la inspiración: ¿qué haría Mao Tse Tun en una situación como esta? pues usar la fuerza del enemigo en su contra (la del adversario lógicamente, no la suya propia de él). Y ataqué.

Por aquellos días se habían puesto de moda los Pool (unos billares con buchacas por donde escurrir las bolas en juego) en Buenos Aires, y como toda novedad, atrajeron la audiencia adolescente. Entre esos locales de esparcimiento, uno en particular del cual era habitué mi hermano Gualo, concentró las sospechas de mi madre. Parece que en algún lado oyó que allí corría droga y que sus dueños eran dealers narcos; no importa cuánto de cierto hubiera en el chisme, mi madre abrazó la cruzada personal de impedir que cualquiera de sus retoños pisara ese antro de perdición.

- "En lugar de perseguirme a mí que sólo estaba durmiendo la siesta, deberías preocuparte por Gualo que está jugando al Pool en La Palmera (así se llamaba el boliche en cuestión)".

Un efecto similar a lo que ocurrió podría esperarse de amontonar paja seca, madera menuda, carbón y leña y acercar un fósforo. La frase bastó para que las llamas se alzaran hasta el firmamento en aquellos ánimos inflamables. Mi tía, amiga como pocas de los molinos de viento, encorajeaba a mi madre a ir hasta allá, sacar al cristo de los pelos y llevar a la policía, gendarmería y prefectura nacional a clausurar el establecimiento corruptor de menores inocentes.

La verdad es que yo ignoraba por completo el paradero de mi hermano pero las grandes gestas exigen grandes sacrificios (preferentemente no el de uno), la ecuación suma cero, no hay sistema que no tenga perdedores. En todo caso, hablábamos de diferentes magnitudes de desastre: una cosa es jugar al pool y otra muy distinta mancillar el hogar paterno.

Ahí seguían las viejas dándose manija mutuamente, pero el mate recién empezado tenía todavía para un par de vueltas más y tiempo era precisamente lo que no me sobraba. Fuí al baño a ver como andaba todo por ahí; no puedo ni empezar a explicar el pánico que tenía esa chica a quién su padre reclamaría en la puerta del club en no más de veinte minutos. Fué trabajoso convencerla de no salir y destapar la olla, creo que entre cosas (promesas de matrimonio y veneración eternos primero) mencioné la posibilidad de estrangularla con mis propias manos si movía un sólo músculo antes de tener luz verde.

Finalmente se armó la cuadrilla de rescate del pudor y las buenas costumbres, allí iban las dos viejas escoltadas por mis primas a enfrentar a Pablo Escobar en persona y su séquito. Cuando doblaron la esquina y no hubo moros en la costa, liberé a la cautiva, quien, apenas a tiempo, llegó al club antes que su padre.

Había todavía cabos sueltos y el inmenso alivio que me invadía no soslayaba sin embargo la imperiosa necesidad de anudarlos.

Encontré a Gualo plácidamente acomodado en casa de un amigo mirando un partido, en absoluto ignorante de la tremenda maldición que se cernía sobre él. Le conté todo, "solidaridad la que quieras - me dijo - pero esto te va a costar". Y me costó, en dinero, en revistas de esas que no le mostrarías al párroco del barrio, en préstamos de ropa y zapatillas, en encubrimientos, etc, etc, etc.

Por la noche, Gualo hizo valer su coartada y yo tuve el sídrome del testigo falso y su trilogía clásica; no lo sé, no me consta, no recuerdo. Mi madre por supuesto insistió pero no hubo caso y el asunto terminó sin condena para nadie.

Pero siempre que se gana algo, se pierde también (la ecuación suma cero he dicho), la cofradía de hermanos se fortaleció quedando a fecha de hoy todavía impagos algunos saldos debidos a Dios Nuestro Señor por su magnánima indulgencia. Y no es que la perspectiva de los años transcurridos desde entonces (que son varios por cierto, ya es causa prescripta para nuestras leyes) haya tansformado los hechos narrados en pecata minuta ni - válgame Dios, justamente - yo haya olvidado mis deudas con el Creador.

Acontece que, salvando el foso de los leones y la crucifixión, no se me ocurre un modo más hospitalario de honrar mi deuda.

36 comentarios:

*La Casalinga* dijo...

Asi que te encomendaste al supremo (y no de pollo) y lo único que se le ocurrió "sugerirte" es mandar al muere a tu propio hermano, cual Cain con Abel?

Era época de plan Megatel, por lo que, sospecho, te dió número equivocado y te atendió el mismísimo Satanás.

Mirá si tu madre encontraba al pobre Gualo, inocentemente, jugando al pool? Le hubieras hecho meter la bola 8 y no precisamente en la tronera.

Lo que me reí imaginando la situación!!

Algún día, contarás qué fué de la vida de la impura?

Julieta dijo...

Podrías empezar yendo a pie a Luján ,en esas peregrinaciones donde cortan el tránsito y se arma un bolonqui infernal ,o dejando de fumar ,si es que lo haces ..También podrías dejar de tener ideas " impuras "por un mes ,o un plazo que te parezca bien,en fin hay unas cuantas cosas para saldar la deuda con el Señor...Besos...

Pablo dijo...

Sonia, es verdad lo podían agarrar con las manos en la masa, era un riesgo menor que la catástrofe que se me venía encima. Y además se las cobró bien cobradas.
A la chica la vi 2 o 3 veces después de aquello pero recuerdo muy bien su cara de pánico absoluto.

Pablo dijo...

Juli, ¿qué otros pensamientos hay además de los impuros?
Esto digo fumando un cigarrillo mientras pienso que en la puta vida caminaría hasta Luján.
Cuando esté listo me arrojaré al foso de los leones y deuda saldada.

*La Casalinga* dijo...

Creo que, de lo único que recordarás de esa chica es la cara de espanto. Pobrecita. Espero que no la haya tenido desde el principio...

Linda dijo...

Asi como manejaste esa situación, manejas tus casos como abogado???
Si es asi debes ganar todas!!! y bien cobradas!!! como dice el chapulin colorado...No contaban con mi astucia!!!
Oye y tus primas?? se portaban bien??, porque aveces las que mas critican traen la musica por dentro jijiji.
Saludos.

Oye...y donde anda Ashiku??? la extraño.

Luisa dijo...

Con permiso, Pablo:
Julieta: "Un hombre es INCAPAZ de no tener ideas impuras durante UN DÍA. Llevarlo a un mes sería un método de tortura tan sofisticado que ni en el vietcong se lo hubieran imaginado. Y en efecto, aquí el que salió ganando fue tu hermano, del que ya sabemos, por otra parte, que sabía salir airoso de eso y de más.

Anónimo dijo...

Ésa "Luisa" de aquí arribita, es Juan...entró sin desactivar mi cuenta...

(vuelvo a leer el comentario y sí, creo que estaba de más, la aclaración)

:oP

Julieta dijo...

Pablo ,con tu permiso ,Luisa :me imaginé que era Juan, porque eso solamente puede decirlo un hombre..Pero no nos olvidemos qu Pablo quería saldar su deuda con Dios ,y esa sería como una autoflagelación...

*La Casalinga* dijo...

Pablo, con tu permiso (too):

Juan y Julieta:

los hombres son incapaces de no tener, por un día, pensamientos impuros y las mujer es incapaz de no tener, por una hora, pensamientos retorcidos.

Choquen los cinco!

La culpa de todo la tuvo Adán que no supo decir que no y ponerle los puntos a la pobre Eva que andabas con malas compañías...

*La Casalinga* dijo...

(No sé qué me anda sucediendo con la eses finales)

Dosto dijo...

Y nunca te quedaste con la sensación de que te encomendaste a Dios por una pavada (ya se, a esa edad la situación era por demás comprometida), pero que necesitándolo en el futuro, tal vez no escuche con tanta paciencia???

Luisa dijo...

Julieta y So: (con tu permiso,Pablito,again):

jajajajaa!!!!!!! Cierto, muy cierto...¿una hora?, ¿pensamientos retorcidos??, nooo peroquédiceeees?!!

Y ya lo pensaba yo,Pablito, que los hermanos menores, siempre pero siempre somos depositarios de todas las porquerías de los más grandes...pero algo de ganancia queda.Conmigo no te hubiera salido menos caro el chistecito.

Pablo dijo...

Sonia, la cara de espanto y dos o tres datos más, la recuerdo bien porque sucedió inmediatamente a la cara de fascinación, éxtasis y ensoñación, todo eso junto.

Pablo dijo...

Nadie las gana todas, Linda, me conformaba con un modesto empate que evitara el escarnio público. Mis primas son dos buenas pibas, no les conozco desliz fuera de jugar al doctor con nosotros cuando eran unas mocosas.

Pablo dijo...

Juan (camuflado): No digamos un día compadre, pero soy capaz de mantener firmemente mi abstinencia de ideas impurs todo lo que duran los dos tiempos completos de 45 minutos (e incluso el alargue y los penales si fuera el caso) cuando juega Argentina.

Pablo dijo...

Julieta pedís mucho, Dios también. Ambos mejorarían su eficacia si redujeran las expectativas.

Pablo dijo...

Sonia, la culpa la tuvo Eva cuando le dijo a Adán "es hora de dar vuelta la hoja".

Pablo dijo...

Y cómo Dosto? ninguna pavada, si estaba en las fauces del mismísimo demonio!

Pablo dijo...

Una libra de mi propia carne, sin grasa, sin hueso, eso me cobró el muy turro. Pero se lo ganó Luisita.

pal dijo...

Tu hermano es un santo... si, que haya hecho lo que haya hecho antes y después, diosito santo - hombre, hecho carne él- lo habrá perdonado.

Te felicito, las viejas esas no se merecían menos.
Eso si, yo al Adri lo saco del pelo del antro de drogas ese.
Y tus pobres primas!!! Ay! solo doctor y ya??? y YA!!! Bueno, si es así, también se lo merecen por andar metiéndose en lo que no debían. Por último un poco de solidaridad generacional que mostraran. En fin.
Que me reí un montón genial el relato y muy bien escrito.
(Te recomiendo el de Lalodelce, esta semana están inspirados)

Juan dijo...

En efecto.Viendo a la selección española o al Madrid contra el Barça soy incapaz de tener pensamientos impuros(aunque se podrían establecer ciertas similitudes).Como decían Les luthiers:" ...El trono lo quiero para satisfacer mis deseos. Los más sublimes y los más perversos. En cambio a María la quiero para....para...¡caramba, qué coincidencia!"

Mordizcos dijo...

que dice la familia? esta sensacion es inevitable.. yo entro acá y encuntro familia reunida, algunos en patas por la casa. todos charlan rien pelean, se divierten.
son tan queribles!!

uff seré cursi, se me salio asi

*La Casalinga* dijo...

Mordizcos

Yo soy parte de la familia y vendría a ser la primita menor, esa, a la que estos primos perversos le enseñan a decir malas palabras.

Las otras mujeres, son todas tias.

Pablo dijo...

Palita, valga por las perradas que (antes y después) me hizo. Pero como decís me cuesta mucho no perdonarlo. Ni droga ni nada, amiga, sólo ocurrencias de mi vieja; a $ 2 la ficha ¿cómo cuánto tardarían en lavar el dinero del narcotráfico?

Pablo dijo...

Compadre, la música te gusta porque es bella y porque podés tocarla, en cambio las mujeres ... oia, qué carambola!

Pablo dijo...

Mordi, la hermana pródiga, qué gusto tenerte por acá. Pasá y acomodate que ya te tocaba turno en la ronda de mate.

Pablo dijo...

Sonia es prima porque sólo es divisible por uno y por sí misma.

Juan dijo...

Compadre...más bien yo lo que quería expresar es que en el futbol, finalmente, también se trata de joder- y no precisamente en el sentido bíblico del término.

Martín dijo...

como no tengo hermano y mi hermana es más inocente que una anchoíta, en un caso así creo que hubiera puesto una cacerola bien grande al fuego, la llenaba de aceita, y cuando hervía me la tiraba encima.
Mucho mejor que enfrentar a mi vieja...

pal dijo...

jUAJAJajaaaaaaaaaa con lo de Martín llegué a la conclusión de que las argentinas son unas madres tremendas.
Ahora, serán las mismas que antes fueron las que se escondían en las bañeras?
Por qué será que las primas y las hermanas- de los otros, las mías no- son siempre castas virgenes?
Será que los hombres de las familias son más... crédulos?
Me recordaron que en Chile, un tipo reclamaba, que estaba harto de que le dijeran "te júro que túi eres el segundo!"
En fin.

*La Casalinga* dijo...

Yo soy múltiplo de cero, Pablito...

Pablo dijo...

Bueno compadre, no estrictamente en el sentido bíblico del término ... pero casi.

Pablo dijo...

Martín, amigazo, en algún momento pensé en eso poco más o menos. Una olla bien grande llena de vinagre hirviendo, me meto a hervir por dos horas y después me tomo el caldo.

Pablo dijo...

Usté lo ha dicho Paloma, las virtudes son siempre públicas y los vicios siempre privados. Es cuestión de creer nomás.

Pablo dijo...

Qué grande Sonia! múltiplo de cero nos deja infinitas posibilidades (aunque lo mismo pasaría con cualquier otro múltiplo).