miércoles, 26 de marzo de 2008

El que dice lo que no debe, escucha lo que no quiere

El sábado por la mañana pintaba bastante bien. Las tareas domésticas (compras de supermercado, lavado del auto, corte de pasto y limpieza del jardín) se pusieron al día el viernes santo y el fin de semana se ofrecía venturoso. Mientras desayunábamos Lola llamó a su hermana mayor e hizo planes para pasar dos días con ella, mejor todavía.
Con la Tana armamos un programa para Goyo (feliz y libre del yugo hostil de ya saben quién)que incluyó mimos y paseos de toda índole.
Por la noche fuimos a cenar a un conocido shopping de zona norte para rematar lo que hasta ahí era un buen día. En ese patio de comidas nos encontramos todos los pelotudos que, como yo, permanecimos en Buenos Aires durante el feriado largo.
El que haya pasado por la experiencia no ignorará que comer en ese lugar requiere toda una maniobra logística. Para empezar la variedad de ofertas gastronómicas conduce inexorablemente a comprar platos distintos en tantos locales como comensales haya, en medio de codazos y apretujones. Así, cajita feliz para Goyo y Sushi y otras delicadezas para nosotros.
El problema fué que al niño (como corresponde) se lo atendió primero y para cuando llegó nuestro turno él ya había terminado y estaba aburrido de jugar con el dichoso juguetito y otras cosas que la Tana le había comprado. Como pasa siempre que le toca ser hijo único estaba exhultante, desaforado, y empezó a hacer su gracia de salir corriendo y mezclarse con la multitud. Casi sin probar bocado busqué una sillita de infantes y lo senté sin más preámbulo. El chico por supuesto berreó sacudiéndose como un maníaco y pidiendo upa a los gritos pelados por espacio de 15 minutos.
En algún punto del sainete se acercó a nuestra mesa la típica gorda comadrona, metida argentina y dirigiéndose a la Tana (yo estaba de espaldas al enemigo) le dijo en un chillido: ¿no te da vergüenza torturar así a ese chico que está llorando hace media hora?. Dicho esto volvió a la mesa contigua donde estaba acampando con su marido e hijo de unos 6 años.
Conviene a esta altura del relato, aclarar que la Tana cultiva las exhasperantes virtudes de toda buena chica católica: Es incapaz del menor acto de violencia (ni siquiera conmigo), no levanta la voz (excepto a mí), no insulta ni utiliza epítetos descalificantes (excepto conmigo) y es la mayor parte del tiempo perfectamente dueña de sí misma (me enorgullece ser el único que puede sacarla de quicio). De modo que nos miramos sin decir nada, miramos al tanito (le decimos así por el parecido con su madre) que dejó de llorar y clavó los ojos sorprendidos en su improvisada defensora mientras ésta se alejaba moviendo en vaivén rítmico un culo inconmensurable como una pantalla de cinemascope.
- No puedo creer el atrevimiento de esta mujer - dijo por fin la Tana. Y tal vez sea cierto que no pudiera creerlo, ya que cualquiera que la conozca sabe positivamente que es tan incapaz de causar daño consciente como de volar por el aire batiendo los dedos de los pies.
Entretanto yo repasaba mentalmente las enseñanzas de Tsun Tsu sobre el arte de la guerra: La gorda había ganado la primer batalla aprovechando el elemento sorpresa, convenía replegarse y planificar antes de contestar el ataque, pero sin dejarle tiempo para reagrupar sus neuronas. La otra cuestión concernía al cómo del enfrentamiento, a meditar una réplica lo bastante brutal para terminar de una sola vez pero sin que la cosa pasara a mayores. Es curioso, sabía que había hecho bien en reprimir el impulso primario de contestarle "andáalavartelastetasgordademierda", pero entre más lo pensaba más se me agolpaba la sangre en las sienes.
No habían pasado 5 minutos cuando me acerqué a su mesa con la respuesta sabida. Hela aquí:
- Voy a decirte tres cosas; hablar de tortura sin cuidado de la dimensión significante que tiene esa palabra es una torpeza, interpelar a personas desconocidas usando una confianza que no te han dado es una grosería y no distinguir entre un berrinche y el verdadero sufrimiento revela ignorancia. Esto define la impresión que me dejaste: ¡Sos torpe, grosera e ignorante!; repito (bien fuerte para que todo el mundo nos mire) ¡sos torpe, grosera e ignorante! -
La gorda quedó perpleja, miró a su marido (un flaco con cara de buen tipo) reclinado en el asiento de al lado que me observaba sin mover un músculo con gesto de resignación doliente. "No sabés hermano la cantidad de veces que pasé por esto", decían esos ojos.

Ya de salida, al pasar frente a su mesa, la gorda abrió la boca para decir algo y entonces, justo ahí, la Tana mostró su verdadera naturaleza despiadada clavando el estoque mortal en el abatido (aunque generoso) pecho de su oponente: - Estás opinando con ligereza -le dijo inmisericorde. No se lo mandó a decir, la mató pobre gorda.

28 comentarios:

Anónimo dijo...

Mmmmmm... No sé si era una tortura para el chico pero para los de al lado tiene que haber sido desesperante,che... Estoy con la gorda, un chico berreando al que ves que los padres no le dan bola es terrible.

Pablo dijo...

Peor sería perderlo de vista en esa maraña de gente. Además la madre se deshacía en piruetas para conformarlo y si él se empecinó de esa forma es justamente porque no está acostumbrado a que no lo dejen ser o lo desatiendan (no digamos ya que lo torturen).
No sé como será en Japón, Ashi, tan compuestitos los nipones, pero aquí, donde se junten familias siempre es un concierto de críos berreando.
Si la gorda hubiera planteado la inquietud con humildad y caridad, hubiéramos discutido prudentemente su queja. La afrenta en cambio sólo deja margen para la otra mejilla o la réplica. Prefiero ésta última.

Anónimo dijo...

Tampoco yo sé cómo será en Japón,vivo en Santa Fe, jajajajajajajajajja!
¡¡No me puede parar de reir, Pablo!! Ashiku es una palabra quechua...

Probablemente hay un tema de comunicación:vos contás una escena y yo imagino otra cosa, seguro que fue un caso particular en el que lo estaban educando, no desatendiendo. Lo que yo no soporto y ODIO es un nuevo tipo de padres que se ven, que simplemente no les dan BOLA a los hijos, no se interesan por ellos, hasta cruzan adelante la calle y ni miran para atrás a ver si los siguen los nenes... ¿no te fijaste en gente así?
Personalmente siempre he tratado de no llegar a un momento de llaaaaaanto o de capricho, con reglas muy claras que se siguen a muerte (si te encaprichás nos vamos en el acto, por ejemplo)pero claro, tengo lamentablemente una sola hijita y entonces tengo más posibilidades de tiempo para ser consecuente. Eso sí,después de que te matás criandola, cuestionándote, dedicándote, te dicen "vos tenés suerte porque te salió buenita".

Pablo dijo...

Ashi: ¿Tenés al menos los ojos oblicuos o le erré de medio a medio?
No creo que ningún padre en su sano juicio promueva deliberadamente (o por omisión) el berrinche de sus vástagos, antes bien tratamos de evitarlo en cuanto sea posible. Pero es un hecho de la naturaleza que los niños se encaprichan y el problema de las reglas es que también tienen las propias. Cuando hacen escándalo yo me digo "estamos negociando", no hay que perder la calma pero tampoco la autoridad.
Estas últimas vacaciones Lola caminó 10 cuadras llorando porque su prima había sacado un llaverito de mierda en la maquinita tragamonedas y ella sólo una birome que por supuesto quería permutarle. Les compré helado, lo comió llorando, le compré un juguetito a ella, siguió llorando, mi sobrina le ofreció en préstamo la bendita chuchería y siguió llorando. Al final si querés llorar, llorá como dice Moria y que vengan todas las gordas del mundo a quejarse.

PD: ¿qué quiere decir Ashiku?

Anónimo dijo...

Tengo los ojos enormes y con más sampakú que vos, ja ,ja!!

Quiere decir "risueña"

Anónimo dijo...

Caundo empecé a visitar Blogs hace un año, por otros lados, me llamaba Inundada (¡así estábamos!), pero cuando se fue el agua no me quería acordar más del tema.

Luisa dijo...

que risa, venía a comentar algo del post, y me quedé leyendo la conversación entre ustedes,qué curioso es ésa sensación ¿no?, yo, que tengo la fortuna de conocer un poco a los dos, dije,Alaaaáaa ya se juntaron dos que saben....Cuando Ashi tira la primera piedra, el otro la recoge y la manda hasta japón! jajajajaja, no me he podido reír más, qué brutos, y luego todavía insiste en que ashi debe tener al menos los ojos un poco ¿OBLICUOS??? jajaja, todo con tal de no perder del todo...ay madre mía. Bueno..respiro...¿qué cosa iba a decir yo??...No sé. pero ustedes sigan sigan...que me sigo riendo.
abrazo a los dos.

Pablo dijo...

Encantado de conocerte Ashi, la de los ojos enormes. Me alegro que el agua por fin encontrara su cauce.

Pablo dijo...

Luisa, un gustazo tenerte por aquí, como siempre.

Anónimo dijo...

Mmmmmmm....
Yo antes de jugar en el tragamonedas hubiera aclarado: el que toca toca, si alguien llora o se enoja, lo tomo como signo de que NUNCA MÁS desperdicio una moneda en esta máquina.
Y lo más importante: después lo cumplo. Lo cumplo, lo cumplo y lo cumplo, hija, sobrinos y amiguitos lo saben.
Y ni loca le compro cosas de consuelo. Por eso lloraba LOla!, a ver qué ma´s ligaba.
Te lo digo Pablo porque fui una niña TERRIBLE, me conozco todos los truquitos, jijijijiji.

Anónimo dijo...

Y conste que la sigo envalentonada por Luisa, ja, ja, ja!!

Pablo dijo...

Y si Ashi, esos chicos nos vienen tomando el tiempo hace rato. Cuando Lola tenía 2 años y no lograba lo que quería ponía en juego una extorsión infalible: "Nunca más voya a usar bombacha" decía y ahí nomás se la sacaba sin importar dónde y ante quién. Con el tiempo dejó de hacerlo pero una vez lo hizo en un restaurante colmado y no nos alcanzaban las manos para atajarla.
Parece que ella también cumple, cumple y cumple.

*La Casalinga* dijo...

Che!
Yo quiero hacer un blog que tenga solo comentarios.

No imaginan lo que disfruto de leer los comentarios de algunos.

Un día, voy a hacerlo, les juro. Un blog solo de comentarios. Voy a pensar cómo.

Ashi, asi que eras inundada y ahora sos risueña? Eso es optimismo m' hija!

Cómo les quedó lo del Sampakú, eh?
Vieronque en los blogs también se puede difundir información aunque sea falsa?

*La Casalinga* dijo...

La gorda dijo lo que dijo porque estaba repodrida de escuchar llorar al nene, no porque creía realmente que estuviese sufriendo una tortura por parte de los padres. Quien sufria, era la gorda!

Pablito: cuando se va a un chopin a almorfar, uno debe hacer la cola para la comida de los grandes y el otro, para Mac Donalds, sinó, pasan estas cosas.
Yo sugiero que, cuando el que esté en el puesto de comida para adultos, le mande un mensaje de texto o le haga un llamadito a "Posición Nº2", avisándole que ya se tiene la bandeja en las manos, asi, recién ahí, el otro, pide la Cajeta Feliz.

Vos qué creías? Que ir a Unicenter sin un plan de organización es gratuito?

Pablo dijo...

Malditos shopping, Sonia, me cago en el alma del que los inventó.
No jures nada, todavía estoy esperando la radio, el libro, etc., etc., etc.
Desde el cariño por supuesto (Duda dixit)

Anónimo dijo...

Cajetas felices venden en los shopings porteños?
¡Lo que me pierdo viviendo en la zona inundable!

Luisa dijo...

Pablito, hay que ver lo que provocas,tunante...Una vez le mandé por correo a Juan uno de tus post -creo que el del yaguareté- y otra vez, el de ayer. Ésta vez me contestó por email, dándome las gracias (¿¿??) que es una delicia,que escribes que da gusto (qué novedad) que no pudo aguantarse y se lo enseñó a varios en la sala de profesores y que estaban que se partían de la risa. El colmo fue que anoche, estaba en la compu y yo doblando ropa y me pregunta:¿Cómo se llama la página de mi amiguete Pablo?. Me pescó desprevenida y le dije:¿Pablo?, y dice: Sí, Pablo, el de la gorda!!...Allí caí, Ahhh, Pablo...¿qué pasa con él?, le pregunté. Y me dice ya desesperado, que me digas como entro en su página, se me antoja leer otro post...
Se la puse, debí tomarle una foto Pablo (no sabes lo mal que me caen los hombres cuando hacen corporativismo de género,mechocaaaan)se atacaba de la risa y leía en voz alta alguna que otra frase...bssbsssentretanto, la Tana (su madre),bbbsss con ese gesto mitad solemne y mitad despiadado que reserva para ocasiones como esta, lo dijo todo sin abrir la boca: "hay que matar a tu vieja" gritaban sus ojos, "dejame a mí, tal vez alcance bbbbss con golpearla salvajemente sin llegar a una solución tan definitiva" bbbs..jajajajaja!! es genial!!
A mi ya me tocaba las pelotas (si las tuviera) verlo tan divertido CONTIGO y yo ya aventando la camiseta en turno hecha una bola al fondo del cajón...En conclusión, no sé si estoy celosa u orgullosa de ti...
Cuando termine de descifrarlo,vuelvo.
QUE ME CHOCHAN QUE LO SEPAN!!!!!
beso enfurruñado

Luisa dijo...

AMIGUETE PABLO!!!
Grrrrrrrrrrr

*La Casalinga* dijo...

Luisa: nosotras somos más.

Luisa dijo...

más y más lindas!!!
Oye,So...estaba volviendo a leer lo que le puse a Pablito por la mañana y leo: "...no pudo aguantarse y se lo enseñó a varios en la sala de profesores y que estaban que se partían de la risa".
Hay que ver la riqueza del lenguaje..cualquiera que lo leyera entenderia perfectamente lo que yo entendí ésta vez. Que mal estoy, de veras...la falta de nicotina me hace delirar...AUXILIOOOO

Pablo dijo...

Luisa:

Juan es un amigo (ya iremos de pesca en mi velero soñado alguna vez) y vos también (lo siento pero no hay más plazas disponibles a bordo) y me encanta tenerlos. No es disciplina partidaria ni corporativismo de género; es mancomunación solidaria lo que nos une. Sólo nosotros sabemos, chica.

Pablo dijo...

Ah, y mantenete firme con la abstinencia de nicotina.

Pablo dijo...

Ashi:
Hace tiempo (siglos) me tocó tener un compañero de trabajo de origen peruano. Cierta vez durante un almuerzo entre varios, cada uno de distintas regiones de Argentina, empezaron a discutir sobre la mejor mermelada nacional (sacando por supuesto el dulce de leche). Que la de grosellas, que la de frutos rojos, que la de cayote, etc.,etc. En un momento el peruano suelta: "Vamos, que todos hablan porque ninguno ha probado la mermelada de cajeta". Se hizo un silencio ominoso hasta que una de las mujeres presentes dijo. "Pero cuánta azúcar debe llevar eso".

N. del A.: La palabra cajeta es tanto el nombre de cierto fruto (que no crece en Argentina) como referencia vulgar a lo que las mujeres tienen para darle hijos a la Patria.

Pablo dijo...

Chicas: Es cierto, son más y más lindas. El mundo funciona bien.

*La Casalinga* dijo...

Yo no sé si probaría la mermelada de cajeta. Imagino que, si la de frambuesa viene con todas sus semillas, la de cajeta viene con pelitos enroscados.

Yo conozco una que, por las tardes, toma mate en un porongo uruguayo y come galletitas con mermelada de cajeta y por la noche, come penne rigatti.
Una descontrolada!

Pablo dijo...

Ahhhh, que después no se queje si queda embarazada esa chanchita.

*La Casalinga* dijo...

Naaah! Comiendo no se corre riesgo, Pablo.

Ricardo dijo...

Muy bien hecho Tana, buen relato, me gusto mucho todo y más el final