viernes, 28 de marzo de 2008

Esta vez con humildad

Ahora que las tensiones empiezan a ceder, que se vislumbra un horizonte de entendimiento entre la gente de campo y el Gobierno, empiezan a conocerse los entretelones del conflicto. Por suerte mi viejo favorecedor continúa cerca del énclave presidencial pese al cambio de mando, y, por decir algo en su favor, menos por acólito que por saber dónde están enterrados los muertos. Así las cosas lo crucé casualmente ayer, transitando ajetreado los pasillos de la Rosada con un montón de carpetas en la mano.

- ¿Cómo va todo? le pregunté
- No sabés, parece que este quilombo del paro agropecuario no va a terminar nunca y encima voy de un ministerio a otro porque todo el mundo metió la cuchara, Economía, Interior, Justicia y Seguridad, falta la tuerta de Desarrollo Social y echamos los fideos.
- ¿Y qué se cuenta che?
- Mirá, ahora mismo le estoy llevando el proyecto de discurso corregido a la Señora para el acto de Parque Norte. Es lo mismo que el último pero con la palabra "humildad" inserta en el texto y además no tiene un porongo que ver con el congreso justicialista, pero me dijeron "vos lo metés ahí y te dejás de joder que no te pagamos para pensar sino para escribir". Y vos viste, donde manda capitán no manda marinero.
- ¿Te parece que con esto se aplacarán los ánimos? Porque por ahora están viendo quién la tiene más larga y ella es mujer.
- La verdad, a mi me gustaba más la idea original, la del soneto, pero ella se emperró y no hay quién la mueva un palmo.
- ¿Otro soneto?
- ¿Cuándo te vas a avivar piscuí? en política lo nuevo es lo que ya se había olvidado y el que se mantiene en tapa es el más memorioso.
- Pero no te pudeo creer, ¿otra vez convocaron al multifuncional y polietílico funcionario del primer mandato?
- No, el solito se sumó. Parece que le mandó por mail la idea al bizco directamente a la computadora personal que se compró para las oficinas nuevas de Puerto Madero. Te cuento que no sabe abrir un correo, si me apurás te digo que no te dibuja un cero con la ayuda de un vaso, pero según él no se gastó tanta guita en ese búnker para no tener una mísera notebook sobre el escritorio. En fin, hay que ponerse en su lugar, a nadie se le caía una idea, el país es un hervidero, el conflicto tiene más puntas que una rastra y la doña lo traía al salto por un bizcocho. El tipo no estaba para andar descartando posibilidades así porque sí. Y la idea no estaba mal, sabés? le faltaba pulido pero no estaba del todo mal. Fijate que tras 10 días de quilombo, con cortes de ruta en todo el país, la gente que salió en semana santa con los huevos al plato por los piquetes y toda la comida paralizada y pudriéndose al pedo por los caminos de Dios, lo primero que hace esta mujer apenas le ponen un micrófono cerca es llamarlos piqueteros de la abundancia; a ellos! justamente a ellos, crema y nata de la High Society, gente refinada y culta que demandaba altura en sus interlocutores. Sinceramente te digo, la idea del soneto era mejor, aunque con tantas correcciones quedó desnaturalizado era sin embargo más apto para tender un puente de diálogo con gente de primer nivel.
- ¿Y a ella no le gustó?
- ¡Qué le va a gustar, le dijo "no empieces otra vez a romper las pelotas con esa mierda, ¿qué querés? ¿ridiculizarme? ¿que sea el hazmerreir de todos? ¡yo soy la Presidenta, pelotudo! andá sabiendo que las decisiones las tomo yo y no tus inútiles y serviles acomodados". Al final pobre chabón salió jodido por comedido.
- ¿Lo tenés ahí? le pregunté muerto de curiosidad.
- Sí, acá tenés, y ya sabés, si alguien pregunta nunca tuvimos esta conversación.

Esto decía la hoja A4 que hasta hoy conservo:

SONE TOK II

¡A los surcos, al arado, compañeros
productores medianos y pequeños
De grandezas es tiempo y del empeño
que enaltece nuestro campo y sus obreros!

No me enrostren, por tan poco, chacareros,
sus rastras puntiagudas y sus ceños,
que érais pocos el anterior decenio
y mas dóciles también, y mas austeros.

¿Y ahora que la tierra os da sus dones
y la abundancia llena vuestras manos
os volvéis piqueteros reaccionarios?

¡Se quedan como están las retenciones,
y les mando a D´Elía y a Moyano
si me siguen llenando los ovarios!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No pudo gustarle ese soneto, no se mencionan a Perón ni a Evita.
Aunque el gestito coqueto y estudiadísimo de acomodar los dos microfonitos con las puntas de los dedos hubiera quedado fascinante entre verso y verso...

*La Casalinga* dijo...

En el soneto faltó la frase "como siempre...como siempre..."

Pablo dijo...

Ashi, Sonia, vieron? Nada le viene bien a esta chica al final.