miércoles, 22 de abril de 2009

De verdades incómodas y otros desastres naturales

Voy a recoger el guante que tiró Pal, pero sabido como es mi escasísimo fervor por la verdad y sus predicadores conviene dejar aclarado de antemano que tal vez me equivoco de medio a medio y no estoy dispuesto a morir por mis ideas.

Salvo más elevado criterio creo que en ningún ámbito resulta adecuado revelar exhaustivamente aquello que pertenece al fuero de la conciencia, al dominio de la íntima convicción, ni en aras de la sinceridad, ni del amor, ni de la amistad, ni del rigor profesional ni nadita na. Y no es por no haber probado otra cosa; será que no nací curioso ni enderezador de vidas ajenas.

Mi trabajo consiste sustancialmente en comparar el "deber ser" (la norma, el estándar) con el "ser" (la realidad), medir y documentar el desvío, recomendar soluciones pragmáticas e informar lo observado. La mejor opinión de un auditor es el silencio; si nada dice es que no hay nada que criticar. Recuerdo que al asumir como Presidente del Organismo para el que trabajo, mi actual jefe (donde manda capitán no manda marinero) me propuso un esquema de comunicación signado por la honestidad brutal:

"No tengas contemplaciones, hablá claro y sin anestesia" - dijo. Pero a poco de andar cambió de idea: "¿vos nunca ves el lado positivo?" - no, para eso están las abuelitas - "me estás llenando de observaciones" - y, en eso básicamente consiste lo que hago - y la afamada proclama de los funcionarios políticos (patente argentina): "no me pongas palos en la rueda". Quevacér.

En el orden de las relaciones humanas tampoco paga andar contestando lo que nadie pregunta y soltando verdades de a puño con fundamento en la bondad de las razones que se crea tener, cualesquiera sean. Casi nunca termina bien y en todo caso no cambia el hecho de que moriremos sabiendo mucho más por lo que intuímos que por lo que averiguamos.

Podría decirse que el criterio que postulo no está exento de interés personal habida cuenta que se acomoda a las mil maravillas a mi naturaleza de perfecta medianía con igual (incluso idéntico) número de éxitos y de fracasos en todos los aspectos de la vida. Pero realmente pienso así.

Nunca se me ocurriría preguntar ¿qué pensás de mí? o ¿soy lo bastante bueno? o ¿cómo me sale el asado? o ¿creés que soy un tigre en la cama? o ¿me querés? o ¿sos mi amigo?; no señor, hay modos más efectivos de enterarse y también de engañar las expectativas fallidas si se diera la ocasión. Mi táctica consiste en darlo por sentado hasta tanto sea terminantemente refutado por los hechos. No necesito el clásico "un aplauso para el asador" me basta contemplar esa obra de arte de mi creación y preguntarme en voz alta por qué será que nunca me sale bien para que los comensales se deshagan en halagos (la Tana dice que siempre me adelanto por un segundo a lo que tan justo estaba por decirme).

Y tampoco entro al conocimiento y dictamen de cuestiones que cualquier espejo resolvería mejor que yo. No me vengan con que si se les nota el ojo de vidrio o si les queda esa pilcha o si los noto excedidos de peso.

¿No creés que el mundo tiene demasiadas palabras (verdaderas y de las otras)? la vida, el amor, el compromiso, la lealtad, la eficiencia y otras visicitudes que realmente importan se expresan con elocuencia contundente sin necesidad de recurrir a ellas.

¿Sabes de algún muerto al que le hayan negado el certificado de defunción por no declarar su condición de tal?

Leí por ahí (o la Tana me contó) que Borges (Jorge Luis) decía que en el idioma de los esquimales hay más de 200 voces para referirse al hielo pero en todo el Corán no se menciona ni una sola vez la palabra camello. ¿Qué cosas no?

Ahora sí ya pueden criticarme.

49 comentarios:

pal dijo...

Llevados a este extremo, yo, fiel a mi misma- que es lo único que tengo pa serme fiel- te contesto:
No, el mundo no está lleno de gente que dice lo que piensa, el mundo está lleno de parlanchines que dicen lo que creen que les conviene.
A este mundo le falta gente que en una situación urgente y que lo amerite, con simplicida y humildad y si se le está preguntando, responda.
Si se equivoca, seré la primera en perdonar. Y volver a preguntar, o responder, según sea el caso.

Del otro tipo de preguntas que cada cual haga lo que quiera y ni me pongo a pensar si hay muchos que responden o preguntan. Ahí a lo más hago filosofía barata de mi misma, que pa eso soy yo y me pertenezco.

( Dicho lo cual, el personaje hace mutis por el forum)

*La Casalinga* dijo...

Lo tuyo es pura soberbia o inseguridad?
Estás esperando a que te digan lo bien que asas, lo buen amigo que sos, el tigre que resulta mejorar su condición de felino salvaje en cada encuentro sexual.
Vos sos como mi marido! Esperás a que el otro se rebaje, se digne a decirte lo que ya sabés pero querés oir.
También, cuando terminan ësa cuestión¨le preguntas a la Tana:

¨Qué se dice¨ para que ella te responda ¨gracias, señor¨...

Ay! Hombres...hombres...

Yo sí estoy de acuerdo con decir las verdades, claro, a aquellas personas a las que me interesa que conozcan mi opinión y solo si esa verdad la ayuda en algo que está necesitando.
Como estoy de acuerdo en que me digan las verdades y no disculpo a aquel que, considerándose amigo mio, pudiendo advertirme de algo erróneo en mi proceder está perjudicándome o perjudicando a otros, prefiere callar.

Quienes me conocen saben que soy mujer de hacerme cargo y de poner la espalda a las verdades negras.

De todos modos, cada situación es particular y merece ser analizada independientemente.
Hay verdades y verdades. Verdades que ayudan y verdades que matan. Verdades que son socias del amor y verdades que son socias del odio.

Eso de no contestar lo que nadie pregunta, es subjetivo y discutible.
Si veo que estás metiendo la gamba, mi deber, como amiga, es decírtelo. Siempre y cuando no quiera verte hundido y disfrutar de ello.

Prefiero perderte por haberlo dicho y no perderte por haberlo omitido ayudándote a estrolarte contra un poste.

Pablo dijo...

Bueno, bueno, se me calman las dos, soooo, soooo.
Y ahora una por una.

Pablo dijo...

Yo no llevé a ningún extremo, Pal, partí de la premisa de tu post, de verdades incómodas no de información necesaria. Y claro si se trata de un supuesto distinto como "una situación urgente y que lo amerite", del tipo "un pájaro te cagó en la cabeza" o "dejaste tu cartera en la mesa del bar" opino igual; hay nobleza en la advertencia veraz y oportuna.
Pero pongamos el caso del gordo con zunga: si se atrevió a ponérsela es que está dispuesto a usarla ¿quién soy yo para reconvenirlo?
Con todo, amiga, la peor inconsistencia no se da entre lo que se dice y lo que se piensa sino entre lo que se piensa y lo que se hace.

Pablo dijo...

Ya ves Sonia que no estoy tan errado; sin que te pregunte me dijiste que soy soberbio e inseguro y es cierto, tanto que ya lo sabía.
Yo en cambio pongo en duda ciertas, así llamadas, verdades que te han dicho (vistosa pero no linda, inmunda, holgazana) y no porque me merezca reparos la fuente de donde proviene sino porque me resulta difícil concebir la verdad en estado puro (y más difícil todavía creer que me asiste, que está de mi lado).
Cuenta alguna crónica que allá por el 1700 en Alemania el médico y amigo cercano de un hombre con síndrome de Lues le advirtió (en lo mejor de su conocimiento y buena fe) que no se casara con su prometida (también enferma pero de TBC) por el alto riesgo de mortalidad que tendría su descendencia. Fué sin duda un consejo veraz, bienintencionado y recto pero hubiera impedido el nacimiento de Beethoven. Qué se yo.

Luisa dijo...

ufh, cómo está el patio ¿eh?...

Supongo que es cuestión de enfoque o de matices.
Para ser del todo sincera,no encajo bien las críticas. Eso de primero, sería una mentirosa si lo dijera. Primero, no suelo preguntar (salvo cuando necesito o pido una opinión al respecto, pero eso siempre a las personas que sé de antemano que me quieren y a quienes aprecio bien), como Pablo, me siento insegura y lo que es peor, creo que con más soberbia que él.
Y segundo, cuando pregunto, generalmente no hago preguntas trampa (¿me queda bien éste vestido? uno de sobra sabe si sí o si no).
Quizás mucho se debe a que ahora, me relaciono con personas que pasan de los 40 (yo acabo de cumplir 39, así que casi siempre soy menor) y que evidentemente tienen más sentido común, más experiencia y más temperamento como para que yo vaya a decir cualquier verdad, que por sabida se calla. Llega uno a una edad en la que puedes engañar, pero no engañarte a ti mismo, uno sabe, lo intuye.
Como no me gustan que se tomen la libertad de decirme "las verdades" me guardo mucho de decirlas yo también, no por hipocresía ni nada de eso, quizás aquí haya mucho de la prudencia que tan bien habla Pal en su post. Puedo sí, cometer una indiscreción o inlcuso meter la pata hasta el fondo diciendo alguna "verdad" a alguien que no me lo ha pedido o que no esperaba que la enunciara, también cuando me siento atacada, suelo ser certera y casi siempre doy en el blanco (si me buscan, casi siempre me encuentran, para bien o para mal) pero eso entraría más bien en revancha o desquite (como veo doy)
Violencia Innecesaria, suelo decir cuando se emplea con énfasis esa bandera de decir las verdades aunque duelan. Claro, entrarían cosas muy puntuales,pero son muy pocas (cosas como las que dice So, de cuando se trata de ayudar y por el bien de uno), pero la gran mayoría traemos la carabina cargada queriendo jugar al tiro al blanco.
Entre las muchas cosas que me ha enseñado Juan desde que lo conocí, fue en primer lugar, decir las cosas y pedirlas tal cual, ni pistas, ni trampas ni adivinanzas. Intento dar lo mismo.

Igual me fui para sin ningún lado y no dije nada realmente de provecho, pero así se queda....

Juan dijo...

Uno de mis mejores amigos, mi hermano, se echó novia hace unos años. A mí no me gustaba en demasía, vaya, no me gustaba nada. Preguntado, le dije lo que pensaba, porque conociendo la naturaleza de mi amigo, sabía que si eso tiraba para adelante, iba a ser para siempre. "No me gusta"-le dije. Mi amigo no me escuchó, y por razones que sólo él conoce siguió adelante con la relación. Pasaron unos días y, advirtiendo que mi actitud hacia la susodicha no variaba, me apartó y me dijo:" Juan, la quiero". Ni tres mil palabras más, le dije. Desde aquel día hice borrón y cuenta nueva, y a pesar de que seguía pensando lo mismo, mi amigo me decía que era feliz. Con el paso de los años he llegado a apreciar a esta chica, lógicamente porque-me imagino- quiere a mi amigo y está con él. Luego, entonces, ¿cuál era y es la verdad?. ¿Me equivocaba yo hace 6 años al defenestrarla?, ¿tengo razón ahora al apreciarla?.O..¿tal vez, sólo quiero a mi amigo y su verdad es la mía?. ¿Cuál es la verdad?.

pal dijo...

Llamo extremo el hecho de ir probando hasta llevar las cosas a sus límites, porque los ejemplos y mi afán primero fue más bien jocoso. Incluso edité el post mucho más tarde de haberlo publicado.

Ahora, puestos a pensar me sale lo que te puse arriba. Y esa si es mi premisa.
No porque yo no sea capaz de algo, voy a negar que exista, o que otro no pueda serlo.

Me recordaste a dos amigos, que fueron torturados por la cni. Uno decía "todos hablan bajo tortura" y el otro, "no mijito, no todos" Y entonces yo no soy la que se va a poner a medir cuanta picana le dieron a cada uno y a medir.
Algunos pueden y otros no. Con lo de abrir la boca es lo mismo.

LOS DOS eran mis amigos, o sea que nada de valoraciones al primero, pero, eso si, mérito para el segundo. Y aprendizaje: se puede.

Hasta para enterrar un muerto tiene que venir uno que si pueda abrir la boca para solicitar el certificado de defunción.
Aún así hay muertos que no lo estaban enrealidad y los enterraron vivos, justo por no poder abrir la boca a tiempo.
El timing es fundamental.

Decir o no decir, en el caso del de la zunga, es una desición "estética" y por lo tanto no se trata de una verdad empírica.
La vida está llena de este tipo de desiciones.
No hay pruebas de que el tipo lo esté haciendo a conciencia mientras no le preguntes, y aún así, te puedes equivocar.
Si fuera mi amigo yo trataría de averiguar por qué lo hace... no lo dejaría salir así sin más al ridículo.
Y si fuera mi amigo no queda otra que perdonarse las malas desiciones y empezar denuevo.
Lo otro sería como dice Sonia disfrutar de verle la cara cuando salga al público o disfrutar diciendole que está hecho una foca con la zunga.

Demás está decir- o no?- que si él me explica que le da igual, el quiere salir en zunga a la playa, y me pide que lo apoye saliendo de la mano con él. YO SALGO con él! Ta claro. Ambas dos son partes de la sinceridad de la amistad que nos une(o uniría).

Si se da uno de esos raros momentos en los que con una mirada todo queda claro, Ah! eso sería mejor aún. Pero comunicación habría.

Una pena dar tanta explicación.
Creo que hasta yo me agoté de algo que ya me empieza a parecer evidente.
No estamos de acuerdo y eso es todo.
Bien, se anota.

*La Casalinga* dijo...

La verdad como la mentira, hay que tomarlas de quien viene.
Para decir verdades a quien queres bien, no es necesario usar palabras agresivas.
Podes decirle a una amiga una verdad de dos modos diferentes y cada uno, tendrá una consecuencia diferente:

Opción de verdad 1)Creo que deberías evaluar la posibilidad de asentarte un poco y buscar el modo de conseguir una pareja estable. El tiempo pasa y un buen día, encontrarás que estás sola y que quedaron asignaturas pendientes de las que podrás arrepentirte. Por qué no tranquilizas ese ritmo loco y te involucras en una vida normal, con gente que te hace bien, que te inspire proyectos y te alejas de todo ese mundo vacío que ya está, ya pasó, lo viviste hasta acá y ahora podrías aprovechar toda esa experiencia para...etc etc etc

Opción de verdad 2) Sos una puta de mierda! Ya estas grande para andar putaneando! Un día, te vas a agarrar un sida y te vas a morir sin haber tenido hijos! No tenes vergüenza!

No te dije soberbio e inseguro. Pregunté si creías que tu exposición era por soberbia o inseguridad.
Lo que sí te dije es que te pareces mucho a mi marido, que es soberbio e inseguro.

Linda dijo...

Después de leerles a todos.... la verdad yo preferiría que si me tienes que decir alguna verdad que supuestamente no se o que es importante para mi futuro....quiero que me la diga...Pablo y Juan, asi, si no me gusta lo que me dicen, pues le hecho la culpa a que como son hombres...no saben lo que dicen.
jijijijiji.
Ya enserio, yo tuve una experiencia con una vecina de monterrey, me enteré que su esposos tenia una amante, me dio mucho corage verlo y junto con otra vecina decidimos ayudar a que ella se diera cuenta de lo que le pasaba, nos justificamos diciendo que si fuera a nosotras las que nos pasara eso, nos gustaria saberlo, asi que planeamos el encuentro sorpresivo de ella con su marido , en un evento de autos de carrera donde el esposo habia llevado a la amante.
Se toparon, se descubrió todo, y mi vecina sufrio muuucho al saberlo, la relación se vino abajo pero muy tormentosamente, tenian 4 hijos felices que se convirtieron en niños tristes y nunca me atreví a decirle a mi vecina que yo habia ayudado a ese encuentro, una ves para sentirme mejor le pregunte que si hubiera sido mejor no haberce enterado y me dijo que no, que no le hubiera gustado ser engañada, pero eso no me hizo sentirme mejor, hasta ahora me siento muy arrepentida de lo que hice, y aprendí que puedo cambiar un destino de una familia por abrir mi boca de mas, asi que calladita me veo mas bonita, si me preguntan y se que realmente quieren saber la verdad y no escuchar una respuesta en particular, habro mi boca, con mucho tacto y tratando de no herir.

Pablo dijo...

A lo mejor, Chamaca, tiene que ver con la idiosincracia de cada uno. La Tana suele decirme que de primera intención yo siempre pienso en registro negativo; veamos, si entro en tu casa, por ejemplo, lo primero que notaré serán (si los hay y no digo que los haya) los cuadros torcidos. No lo hago a propósito, mis ojos van allí solitos. Imaginate si digo lo que pienso, estaría más solo que Adán el día de la madre.
Así que para el prójimo (y para mí también) tolerancia, que al cabo nadie es de oro pa´que todo el mundo lo quiera y a cada quien nos ha hecho Dios como mejor le ha parecido y hay que joderse.

Pablo dijo...

Compadre, ¿quid est veritas? ni Cristo le contestó a Pilates. Voy a contarte una cosa: hace un tiempo cierto intendente se vanagloriaba de haber erradicado prácticamente una planta invasiva exótica del área protegida a su cargo y sin costo operativo para el Organismo. ¿Sin costo operativo? eso tengo que verlo antes de descorchar el champán. Allá me fuí para descubrir que no mentía, pero tampoco decía toda la verdad. Estaba erradicando sí, pero usaba agente naranja que consiguió por donación (el mismo exfoliante altamente tóxico que EEUU usó en Vietnam) y el químico era manipulado por personas inidóneas (gente desocupada subsidiada por el estado - se llaman planes trabajar).
¿La verdad, verdadera? bueno pues estaba haciendo mierda la flora de un parque nacional (toda, la exótica y la autóctona) y poniendo en riesgo la vida o la salud de personas por las que - sin ser empleados nuestros - en última instancia debíamos responder.
¿La verdad que informé? sólo el uso del maldito veneno (porque destruye cuando se supone que debemos conservar); al fin y al cabo algo bueno hizo ese inútil, le dió trabajo a 15 desocupados que en adelante tuvieron que arrancar las plantitas con la mano y una por una.
¿La verdad para el intendente cuestionado? que soy un mala onda que embarró su exitosísima gestión.
¿La verdad para mi jefe? bueno, que soy un mal necesario (como las putas y los contadores).
¿La verdad para los contribuyentes que me pagan el sueldo? esa es la que me gustaría conocer.

Pablo dijo...

Sonia y Pal, no termino de darme cuenta qué las enoja tanto. Dos apuntes:
1) Pal, tal vez haya algo a medio camino entre guardar para sí un comentario prima facie sospechoso de hiriente y disfrutar viendo hacer el ridículo al gordo de la zunga. Digo, tal vez y sólo tal vez.
2) Me reconforta saberme parecido a tu marido, Sonia, ha de ser un hombre de buena voluntad y con los huevos de plomo (alguien tenía que decírtelo).

Pablo dijo...

Linda para mí fuiste prudente, aquella infidelidad no necesitaba palabras, apenas una rendija por donde asomarse, lo que en última instancia hubiera ocurrido de un modo u otro. Digo, porque en las relaciones humanas no hay nada escrito con carácter definitivo, uno nunca sabe si lo que ve como anormal o extraño a los propios códigos (por mucho que sean generalmente aceptados) no es, entre ellos, un canon convenido e incluso tolerado, o si ella a su vez no le ponía unas guampas como pa´usar galera. Lo que no le dejaste a salvo es la posibilidad de vivir feliz en la ignorancia, pero te sacaste la duda y podés dormir tranquila.

AShiku dijo...

Son muchas más cosas las que me callo que las que digo. Pero lo que callo, es para todos lados, eso es importante.

Si una amiga está preocupada con su aspecto, su imagen, sus rollitos, de ninguna manera busco algo más negativo para decirle porque sé que aunque te lo digan con la mejor intención, duele; por el contrario le digo y le hago ver todo lo lindo que tiene. Tampoco invento nada, sólo destaco lo lindo, y si hay otra cosa, me lo callo.

Ahora, si es una persona soberbia, odiosa, uso el arma de la verdad solapadamente para chantársela en la cara...¡justamente porque sé que duele! Y soy tan odiosa que he hecho llorar de la bronca, pero bien merecido se lo tenían.

Hay verdades que aunque uno las vea, hay que callarlas, o esperar que llegue el momento realmente oportuno para decirlas.

Cuando volví a trabajar el año pasado desp de perder mi embarazo, estaba medio pálida y ojerosa, pero ¿qué favor me hacían los que me lo dijeron con tanta pena? Era verdad, muy bien, pero ¿cuál era el objetivo de decirmelo? O sea, les agradezo su interés, pero más piola fue el que se hizo el boludo con mi pinta y me ayudó a salir adelante el primer día haciendo como que no lo notaba...

Ashiku dijo...

Como en el caso de la amiga de Linda, o de mi Ale que aún cree en determinadas fantasías y se ciega a los signos que la realidad le tira; muchas veces la gente de alguna manera sabe la verdad, pero aún no se siente preparado para afrontarla, aún no quiere mirarla de frente. No es su momento todavía, yo respeto mucho eso.

Luisa dijo...

¿A que es un primor mi japonesita??

Julieta dijo...

A nadie le gusta escuchar la verdad ,ni a mí ,por eso hay que disfrazarla y si tenemos que decir algo ,hagámoslo con prudencia y sin lastimar..No me gustaría que me dijeran vieja ,fea o gorda..Aclaro que no soy nada de las tres cosas.jaja
Mejor no preguntar si no queremos escuchar lo que no nos gusta..Sigamos adelante ,conformes con nosotros mismos ,aunque tengamos defectos...

Linda dijo...

Julieta...comparto al 100 tu opinión.

Juan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
pal dijo...

Pero eso supuse que era evidente en mi texto número uno!
No solo hay razones para no decir, sino maneras, pero eso Sonia lo ha dicho en todas las variaciones.

Y no estoy molesta. No estoy de acuerdo nomás.


(Y lo que dices del marido de Sonia, vale para el mío. No cualquier hombre, a lo mejor otra mujer, pero me gustan los hombres para casarme. Lo admiro a mi marido. Y no es broma.
El otro día inicié una frase con un, "yo sé que soy excéntrica..." y me paré allí en seco porque el muy fresco asentía con la cabeza una barbaridad. En fin.)

Pablo dijo...

Sabias palabras doña Ashi. Mi abuela solía decir que hay dos clases de mujeres engañadas: las que hacen algo al respecto y las que se callan. ¿Y las que no lo saben, abuela? Todas lo saben m´hijo.

Pablo dijo...

Chamaca, Ashita es mujer de múltiples virtudes, entre las que se destacan, por ejemplo .... ay ¿cuál era? .... pucha digo lo tenía en la punta de la lengua y ahora se me fué ... mirá era un virtudón como para agotar el tema ... ya me voy a acordar.

Pablo dijo...

Julieta, y peor aún, como dice Ashi, a veces lo que estamos por decir ya es sabido y deliberadamente ignorado porque el destinatario no sabe cómo manejar esa verdad, no sabe qué hacer con eso. ¿Qué provecho hace enrostrárselo?

Pablo dijo...

Linda yo comparto la opinión de Julieta al 100,5%; te gané.

Pablo dijo...

¿Y qué querés, Pal? eso es una provocación, la discreción tiene sus límites, tanto joder. Me pregunto cuál sería mi reacción si la Tana comenzara una oración diciendo:

"Sé que soy un poquito desbolada pero ..."

Pablo dijo...

Ah, ya me acordé: Ashi es santafesina. Ahí ta.

Don Víctor García de la Vulva dijo...

Ahí me tienen a mí sin ir más lejos, leyendo vuestros deslices gramaticales a diario y haciendo la vista gorda como buen caballero español que soy.

Ashiku dijo...

¿eso es todo lo que tenés para decir de mí, desacatao...?

Hoy pensé mucho en todo esto, además lo hablé con Luisa, y cuando ella colgó y se fue a dormir (creo) llegué a una conclusión sobre mí: le doy más importancia a lo que la gente NO DICE que a lo que dice. Detrás de una pregunta hay un pedido de cariño, de ayuda, de mimo, de acompañame en esto, y lo veo quizá con más claridad que la pregunta en sí, y contesto en función de eso otro, de lo que no se dice. Algo así.

¿Encontró errores en mis escritos Don Víctor?

Ashiku dijo...

Por una vez estoy de acuerdo con Pablo, esto me tiene muy preocupada. ¿Se me pasará?

Pablo dijo...

Otro valor importantísimo de Ashi: es la mamá de Alexia.

Pablo dijo...

Ah, y es arquitecta sumado al hecho no menor de ser también la jefa de Lulú.

Don Víctor García de la Vulva dijo...

Y de impecable sintaxis y ortografía, al menos hoy.

Pablo dijo...

Cualquiera aprehende lo que es dado, todos leemos lo que está escrito y entendemos lo que se dice. Escuchar lo que no se dice; ahí hay sabiduría.

(es más grave de lo que creemos, Ashi, yo también estoy de acuerdo con vos).

Ashiku dijo...

Eso pensaba (siempre me quedo pensando...) Si el gordo en zunga es mi amigo, alguna vez en que se han dado las confidencias hemos hablado de cómo se siente con su cuerpo, ya lo sé yo, ya sabe él lo que yo sé.
Si aparece en zunga él ya sabe cómo le está quedando, claro, y yo sé que ha decidido que no le importa, que lo quiere hacer, que tal cosa y tal otra. Aunque no se diga, lo que no significa que se niegue. Como vos decís, es fácil leer lo que está escrito... ¿Qué comentario puede hacer falta más que acá estoy con vos, amigo, vamos juntos?

Pablo dijo...

Gestito de idea, te salió redondito Ashi.

Luisa dijo...

¿Me hacen un canchito?

Luisa dijo...

pd. Antes que venga Don Víctor...

Canchito: dícese de sitio pequeño o lugar.
Diccionario libre español/español, Luisita Espasa Calpe.

Pablo dijo...

En el fondo somos buenos, a correrse que sube Luisa.

*La Casalinga* dijo...

Yo ni pregunto si me hacen espacio porque, por lo visto, soy persona no grata entre tanto bondadoso que prefiere callar por compasivo que hablar y pecar de comprometido.

Dejenme sola, nomás. Yo me subo al otro vagón, al de las bestias peludas. Vayan ustedes al de las lamas blancas y puras...

Y si, mi marido tiene dos testículos de plomo o acero o hierro forjado pero yo no es que tenga los ovarios de polvo volátil, eh? Yo tengo lo mio también. Son casi 22 años de ida y vuelta en los que también he podido petrificar mis trompas de falopio.

*La Casalinga* dijo...

Ahhh! y me olvidaba de advertirles que todos ustedes van derechito al cielo que es aburrido y monótono, en cambio yo, tengo el pasaporte rojo carmín, el del averno y ya tengo preparadas las matracas y el coso ese que se sopla y se desenrosca un papel largo que es muy molesto y que no recuerdo el nombre.

Pablo dijo...

1) Sonia siempre tendrás lugar aquí que para pensar como pensamos ya estamos nosotros y francamente es aburrido andar mirándose el ombligo.
2) Además nena, yo soy abogado y junto con el título te dan el carnet coloradito; nos veremos en el horno.
3) Delante de todo gran hombre hay una gran mujer (generalmente tapando la pantalla de la tele cuando su equipo está por patear un penal).
4) Espantasuegras, así se llama la mierdita esa.
5) Te queremos.

*La Casalinga* dijo...

Pablo
Ginger estuvo toda la mañana buscando el nombre del pendorchito ese y recién me mandó un mail con el descubrimiento. Te juro que nos rompimos la cabeza tratando de recordar al espantasuegras de mierda!
Y no es que no tengamos nada que hacer pero, viste como somos las mujeres, cuando se nos mete algo en la cabeza....una vez que tenemos algo...

Olvidaba que tenes entrada al VIP y que te entregaron junto con la matrícula! Tenés razón! Entonces, bajate de ese vagón al que no perteneces, no seas caradura.

Juana dijo...

Hola, me presento, Trenaluna...
Creo que la cuestión se zanja en que hay de las verdades incómodas que son indispensables (quizá más para una, para serse auténtica)y hay de las otras, de las que hablas...
es también mi parecer que no se puede ir por la vida dando nuestros pareceres a diestra y siniestra... no somos varas de medida, ni nuestro parecer es el justo más que apenas para nosotros en ese mismo momento. Pero creo, hay que tener en cuenta "El imposible de callar" los silencios hablan -y a veces mejor- pero otras veces el no saber decir es una verborrea del callar y habla mal... Comparto que hay verdades que incómodas o no, son imprescindibles y hay que saber decirlas o saber callarlas para decirlas mejor...

Pablo dijo...

Bienvenida Trenaluna, un gusto tenerte por acá. Interesante aporte aquello de incómodas pero imprescindibles, en última instancia hablamos de la elección personal de callar (casi siempre) o decirlas.
¿Has visto ese cuadro medieval en el que un ciego guía a otros ciegos que van tomados por el hombro detrás de él? uno vé tropezar sólo al primero de ellos pero sabe de cierto que los demás correrán la misma suerte. Así me siento, como un ciego guiando a otros ciegos.

Ashiku dijo...

jajajajaja!

Juana dijo...

Hola otra vez... no sé si casi siempre se elige callar, soy de las personas que dicen de más y no de menos, teniendo en cuenta que a menudo, al igual que el que hace, el que dice, se equivoca de más y no de menos pero hace y dice... que a mi entender vale la pena... No he visto la simbología que mencionas, pero si fuera yo un mono de la imagen prefiero ser también el que guía, entre los ciegos tropezosos, ser el que no lo pudo evitar...no? Lo que más duele de errar no es el error, más bien el pensar que se pudo no caer en él, cosa que es de alguna manera una ilusión, pero de sí mismo... me llevé la frase que dice "...la peor inconsistencia no se da entre lo que se dice y lo que se piensa sino entre lo que se piensa y lo que se hace." Comparto y brindo por ella...

Pablo dijo...

Gracias Trenaluna, honor que me hace.

pal dijo...

Y eso sería?
A acá te lanzo una verdad: flojo!
(jejejeje...)