martes, 15 de abril de 2008

5.

A las seis de la tarde la oficina quedaba desierta. Con el corazón en un vuelco digité los numeros en el orden dispuesto conteniendo la respiración. Ella contestó y yo supe que sonreía mientras hablaba. Después la maniobra se hizo rito y hablamos por teléfono en promedio una hora y media todos los días durante tres días. Hicimos un pacto tácito; ella no hacía preguntas y yo no decía mentiras. La conversación acudía de buena gana, no forzábamos las palabras, era como la escritura pero con mayor caudal (bastante mayor en realidad). Me daba gusto escucharla y me daba el tiempo que hiciera falta para sacarme el gusto.
Sin embargo no perdimos el hábito de los mail que ya tenían vida propia y autonomía.

Nunca fuí bueno para los halagos, simplemente no se me dan. Quise que supiera que tan alto había llegado su imagen en mi fantasía y elegí una metáfora desafortunada: "¿Cómo llamarías a un sentimiento híbrido de pulsión desesperante por alcanzar algo deseado y miedo a no saber qué hacer después? Betelgeuse es el nombre de una de las estrellas más grandes conocidas por el hombre, distante a 430 años luz de la Tierra y con un diámetro de 980 millones de kilómetros (esto es 700 veces mayor que el del sol). El problema mayor no es llegar a ella sino estar a la altura de semejante conquista".
Ella devolvió la cortesía con el acento en parió: "Una estrella es aterrorizante; que te comparen con ella, una fatalidad. Hubiese preferido que sintieras que algún día podríamos ir a pescar".

(¿Quién te manda a oficiar de Casanova improvisado? Ya estás grande y pelotudo).

Le ofrecí una cena en desagravio y aceptó. Fué un viernes 5 de octubre y quedamos para el viernes siguiente. Yo tenía mis razones.

Lo que ha de ser, será. La escritura me pareció lo más apropiado:

From: Pablo Manzano
To: Bacigalupo
Sent: Saturday, October 06, 2001 5:18 PM
Subject: Vivir honestamente, no dañar a nadie y dar a cada uno lo suyo.

Bajo estas tres premisas, un jurista clásico de la antigua Roma (llamado curiosamente Paulo igual que yo) construyó el concepto que llegó hasta nuestros días con el nombre de equidad (aequitas). Mucho antes de pasar por las aulas de Derecho mi padre se ocupó de infundírmelas a fuego.

De ahí que no pueda sino contarte mi historia antes de mirarte por primera vez a la cara (una cosa es el juego de las palabras y otra muy distinta el navajazo de unos ojos heridos).

Cuando jóven solía ser imprudente y andariego, más inclinado a los gustos que a la reflexión. Como resultado de aquellas andanzas conocí una muchacha que resultó a la postre la madre de los dos hijos que tengo (Lucas y Melisa, adolescentes con todas las de la ley). La historia siguió el curso inevitable, terminó mal como todo lo que termina (de un mal amasijo nunca sale un buen pan decía mi abuela) dejando grandes saldos deudores de desconfianza y rencor. Saldados los pasivos, hoy es una relación de tipo societaria embarcada en la empresa de hacer prosperar el único patrimonio común (los niños) en tanto sea nuestro y no de la vida.

Lo que siguió fué peor. Con ese bagaje de desencanto a cuestas (y el orgullo invencible de no volver derrotado a la casa de los viejos) mi abuela me abrió las puertas de su casa. Aquellos años de trabajo arduo y convivencia armónica se vieron súbitamente interrumpidos por la entrada en escena de la amada de Catorce versos (llamémosla Dos), una hermosa contadora pública apenas graduada, cuya presencia dió por tierra con los recelos que supimos conseguir. Corría el año 1.990, cuando el amor (ese desesperado) hizo metástasis en todas las células de mi cuerpo. Además de políticamente correcta (soltera, profesional, virgen, bonita) era por entonces un torbellino arrasador, una luminaria inagotable. Con una ilusión más grande que Betelgeuse me casé en 1.992.

A poco de andar, la marcha se volvió desacompasada. Dos tenía un par de sentimientos muy marcados: el de la territorialidad y el de la propiedad. En semejante ecuación nunca cupo la variable "hijos ajenos" por lo que los chicos quedaron al margen del matrimonio, aunque no, por supuesto, de mi vida personal. Esto requirió un pequeño desplazamiento; no se puede estar en dos sitios al mismo tiempo. Me las arreglé bien diría yo (el buey solo bien se lame, otra de mi abuela).

A medida que los chicos crecían y se hacían menos demandantes fuí ganando tiempo para hacer mi carrera. El problema fué que el crecimiento económico de Dos se dió antes que el mío. Los reclamos de progreso se sumaron al paisaje cotidiano...

Estás alicaída, estás dudando,
no te bastan las pruebas ni las preces,
cada cómo te ofusca y cada cuándo.

Recorres el confort, las estrecheces
que quedaron atrás y es razonable
que reclames la vida que mereces,

las ventanas en paz, el techo estable.
Aunque yo, te confieso, prefería
(¿cómo querés mi vida que te hable?)

cuando tu vieja angustia estaba al día
con la angustia del mundo, cuando todo
tenía parte en tu melancolía.

Sé qué polvos trajeron estos lodos
pero saberlo no es la mejor suerte.
Inventaré quién sos, de todos modos

inventarte es mi forma de quererte.

Después de eso, la pulsión primaria, tener hijos propios. Un embarazo fallido y algún tiempo sin novedades, condujeron irremediablemente a la ciencia. Seis años y veinte mil dólares en tratamientos complejos y cruentos no arrojaron resultados ni hallazgos significativos. A partir de aquí la atención de Dos se enfocó exclusivamente hacia el éxito profesional y la acumulación de bienes materiales; lo primero fué fruto de su esfuerzo (eso hay que reconocérselo) lo segundo del de ambos.

Los sucesivos viajes por trabajo, las prolongadas jornadas de trabajo, el estudio constante de cada uno, (los refugios) nos transformaron paulatinamente en Fulanos de Nadie, nos apagaron. Seres mudos y errantes como fantasmas que eventualmente coinciden bajo un mismo techo sin tensiones graves, ni altisonancias ni nada que revele algún interés. No hay peleas en el sentido lato, pero tampoco comidas compartidas ni conversaciones. Hay cuando mucho mensajes.

La muerte de mi padre fué un hecho revelador. Cuando dió su último suspiro con su mano entre las mías, no había ningún rostro conocido. El abrazo de una médica residente cobijó mi tristeza todo el tramo que va desde la madrugada hasta la salida del sol. Ese día tuve noción de la cantidad de tiempo que había vivido solo.

Decías ayer que no entendías a la gente incapaz de hacer un quiebre de cintura para adaptarse a los avatares de la vida. En nuestro caso es simple: Dos se rehúsa a perder como el perro del hortelano; por mi parte, a la luz de las tres premisas que enuncié al principio, el que incumple un trato sigue siendo un incumplidor, el que comete adulterio un adúltero. Pacta sunt servanda (los pactos hacen siervos).

En este contexto, tu doble clik sobre mi apodo nos puso frente a frente. Tenías que ser justamente vos (candor, inteligencia fina, donación de sí). Me resisto a pensar que fué un hecho casual. Mónica, lo que recibí de vos (como una esponja egoísta) me fué dado porque lo necesitaba, porque era "lo suyo de cada uno", donde hay una necesidad hay un derecho.

Esta es mi vida y no me quejo, ahora sabés lo mismo que yo.

PD1: Estuve revisando algunos textos sagrados y otros legales. No es pecado ni delito que dos buenos amigos compartan una cena conversando de lo que se les ocurra. La oferta sigue en pie.

PD2: Si no vuelvo a tener noticias tuyas te llamaré una vez más. Te estoy agradecido y necesito que lo sepas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

UY, ahí sí que diste el paso.
¿Se asustó un poquito con tu pasado (parece de una novela mi pregunta) la TAna?

Luisa dijo...

yo,que no soy la destinataria...Terminé de leer tu carta y me quedé OUT...callada,viendo el texto sin poder pensar ni hacer nada.
Es que Pablo...dices las cosas tan categóricamente,que da un poco de respeto o temor. Supongo que eso era lo que Moni necesitaba y quería o lo que esperaba de tí, que fueras sincero...
¿Qué se rehúsaba a perder Dos?,ser una mujer divorciada?...
Eres como mi padre que decía, Un ladrón es un ladrón, así robe poco o mucho.No puedes decir,Estoy un poquito embarazada.No,o estás o no.Y claro que se encargó de grabármelo como un tatuaje.No suelo decir mentiras,mucho menos robar nada,no se me ocurre jamás prometer algo que no pueda cumplir...después vives cada situación que a veces no es miedo,sino todo eso que está detrás lo que te impide hacer las cosas....
luego lo que dices del tratamiento para tener un hijo...Yo tenía 3 cesáreas,me operé para no tener más hijos.Nunca imaginé que luego conocería a Juan.Hicimos el tratamiento,el FIV,primer intento,primer logro...Luego,todo salió mal...la doctora no me prescribió el ácido fólico de prevensión y como yo tuve un desfase en la alimentación pues tenía insuficiencia y no lo sabía. Cuando nos dijeron que Daniela no era una bebé viable (26 semanas de embarazo)no lo podía creer...Cuando nació,no sabes las horas que pasaba pidiéndole perdón...ella en la incubadora,sin deberla ni temerla....en fin pablo...que hoy no es uno de esos días...mejor hablamos luego

Pablo dijo...

Ashi, paciencia.

Pablo dijo...

Luisa:
Dos es una mujer decente pero veía el matrimonio (igual que casi todo en la vida) como un balance de sumas y saldos; no le gusta enjugar pérdidas.
Ningún tratamiento (FIV y tres inoculaciones de cuatro embriones cada una) dió resultados. Se fué secando, nos fuimos secando. No hay nada más desolado que una casa grande sin risas pequeñitas.
En cuanto a vos Luisa no tenés de qué arrepentirte. Daniela es una niña feliz y eso tiene que ver con sus padres. La vida siempre se abre camino, hay cosas que los doctores no saben.

Anónimo dijo...

Pobre Dos.

Pablo dijo...

Si Ashi, para todo en esta vida se necesita suerte.

Pablo dijo...

¿Cómo va todo Luisa?

Luisa dijo...

Pablo!!...Hola,hola...
Todo bien,un poco cansada,eso es todo...creo...
no, desde el sábado pasado llegó una chica francesa de intercambio del colegio de Rebeca,y no sabes, es la locura,¿te imaginas?, otro integrante más, estoy por salir corriendo y no parar...Y bueno, parece ser que todo se pone de acuerdo,puedo pasar días enteros sin que pase nada "extraordinario" o fuera de lo común (no fumar desde el 31 de marzo,sí que es extraordinario -ahora que lo pienso dejé de fumar antes del cumple de Anilú-) y luego todo se viene en marabunta y me agarra fuera de base,eso es todo.
Besito por preguntón.
merci.