jueves, 17 de abril de 2008

6.

En lo que tardó en llegar su respuesta la palabra "ansiedad" cobró un nuevo y monstruoso significado. No es que albergara ilusiones después de semejante sacudón al bote, pero me exhasperaba pensar (y podía escuchar mis propios pensamientos) que simplemente se desvaneciera como una burbuja, porque, y esto es algo que sé respecto a como soy, en ese caso la (perdería) dejaría en paz. Revisé sistemáticamente la casilla, a intervalos de un minuto y medio, esperando lo que fuera; recriminación, desaire, despedida, y en el mejor de los mundos una rendija, no más ancha que el filo de una navaja, de esperanza.

Por fin,

From: Bacigalupo
To:
Pablo Manzano
Sent: Saturday, October 06, 2001 11:49 PM
Subject: no encuentro el signo en mi teclado

Estoy en problemas, mi querido Pablo: no encuentro en mi teclado un signo tipográfico que haga aparecer en tu pantalla mi sonrisa. Salgo de tu torre, para volver a entrar y recomenzar todo de nuevo. Mientras estés ahí (corregido y aumentado), yo aquí para vos. El tiempo dirá si podemos ser amigos. O si lo que podíamos ser, ya lo fuimos. Tenemos en nuestro haber unas páginas hermosas. (Un happy end las hubiese degradado.) Creo que merecemos esa cena. Llamame.

Mi beso en tu frente, Mónica.


(Todavía tenía pulso, estaba apenas vivo pero ningún médico se hubiera atrevido a firmar el certificado de defunción).

"Hay más finales felices de los que Hollywood muestra" - le escribí. Faltaba toda la vida para el viernes siguiente y los textos, cada vez más breves, empezaban a desteñirse.

Tenía aprendido que el éxito en cualquier empresa humana depende en buena medida de la claridad de objetivos, pero mi mente era un sólo deseo y me volví perfectamente incapaz de razonar. Otros asuntos, más próximos e igualmente urgentes, reclamaban también su cuota de cordura, pero yo no podía pensar, sólo sentía.

El lunes 8 de cotubre me esperaban en casa de mi hermano (en Palermo) para festejar el cumpleaños de mi cuñada. Subí al auto a la hora convenida y se manejó solo hasta cierta dirección que destellaba en mi frente como un cartel de neón.

Llegué hasta su puerta y llamé por teléfono. Por supuesto no estaba (qué está haciendo Dios cuando pasan estas catástrofes), dejé mensaje en su contestador y esperé. A esta hora (las seis de la tarde mas o menos) toda buena chica debería estar en su casa. Entretanto llamé a mi hermano para soltarle el repertorio completo de las excusas conocidas.

Habían pasado cuarenta y cinco minutos cuando sonó el celular. Ella me dijo que le diera algo de tiempo para arreglarse y salíamos a tomar un café. Tardaría más de una hora en abrir la puerta del acompañante.

Me tomó un momento registarla, descomponer su imágen en miles de puntos y volver a ensamblarla. Todo me gustó, su interioridad, su voz y su presencia hacían juego.

Tras un beso muy cortés me dijo de lo más sonriente: "No pudiste esperar hasta el viernes".
Mientras manejaba hacia Barrancas de Alvear (un bar a la orilla del río) iba reflexionando: - Si esta chica tuviera la menor pericia en el arte de seducir no habría dicho eso -.

Nos dieron las diez, hablando de atardeceres y soledades, y yo no podía dejar de mirarle la boca.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Te juro que con cada nuevo capítulo me quedo sin aliento frente a la pantalla. Termino de leer y me quedo mirando un punto, pensando cosas. ¿Cómo será ese momento de unir la imagen interior que ya tenés con el físico?

El otro día vi a una pareja de ciegos profundamente enamorada en la calle, estaban tan felices. Se tocaban casi impúdicamente, pero era su forma de mirarse. No hacían una linda pareja de ver, por un tema de alturas, flacuras y gorduras. Pero nunca se van a enterar, ven lo que sienten, ellos, hay que recuperar eso o al menos que sea una parte muy importante a la hora de conocer al otro, no ?

Pablo dijo...

Fijate que tradicionalmente empieza al revés, uno desea lo que ve y la mirada completa lo que falta. Su imágen, en cambio, era la anteúltima pieza del rompecabezas sensorial ¿cómo no iba a atraerme?

Estoy inquieto por Luisa, ¿en qué andará?

*La Casalinga* dijo...

Ansioso!

Qué fue lo que pensaste ni bien la viste, la primerísima impresión? Cual fué la palabra que se presentó en tu cabeza cuando tus ojos la vieron por primera vez? Tenés que recordarlo; uno siempre recuerda eso.

Y ella? tenés idea de lo que pensó cuando te vió? O viene en el próximo capítulo?

Qué cosa es la química, no?
Es increible cómo hay un encastre perfecto para cada uno de nosotros en algun lugar y qué suerte tienen aquellos que lo encuentran (me agrego al grupo, claro).

Luisa dijo...

Chin, brujita!!! Eso mismo le iba a preguntar yo...Por la mañana leí el capítulo (porque aunque sea historia verdadera,no deja de ser por fascículos (¿así se escribe?)y mientras hacía mil y una cosa,pensaba en ellos...Que como buen hombre, Pablo no contó esos detalles tan importantes, sí, dijo lo de la boca, pero QUE MAS!!!????
Cuéntanos bonito,caramba...detalles,detalles...
Besos a los tres

*La Casalinga* dijo...

Qué feito sería si confesara que pensó:

"Ojalá no sea esa gorda. Ojalá no sea esa gorda..."

Porque como mencionó solo su boca...

Anónimo dijo...

Lo que dice Sonia me hizo recordar que Ashiko en su momento quiso concerme (sin yo saberlo) por el siguiente motivo: estaban con mi hermano en una institución a la que ambos pertenecían, cuando se escuchó en la vereda una risa muy particular (la mía), mi hermano se asomó, saludó y le dijo: "Es mi hermana, ufffff, una boludaaaaa.... Está todo el día leyendo... ¿Sabés que está leyendo ahora? ¡La Ilíada! podés creer???"
Y el dice que algo le hizo piiiiiing, y ahí nomás le dijo a mi hermano:
-"Traéla"

Pablo dijo...

Luminosa. Esa fúé la palabra que mejor explica mi primera impresión. Disculparán si tengo algún pudor en revelar los detalles anatómicos de mi mujer y madre de algunos de mis hijos.

Alta. Eso fué otra cosa que pensé. Con tacos moderados me pasa. En adelante ella clasificó sus zapatos en dos grandes grupos: la categoría general y los zapatos de andar conmigo.
Satisfechas?

Pablo dijo...

No tan diferentes Ashi, viéndolo en perspectiva yo empecé a buscar el encuentro a partir de la frase "el sentido es donación de sí". Ese fué mi piiinnnggg.

Pablo dijo...

La verdad verdadera Sonia, nunca le pregunté qué pensó ella.

Pablo dijo...

Que mujer luminosa - pensé. Para ser exacto.

*La Casalinga* dijo...

Queremos que la tana abra un blog!!!!

Pablo dijo...

Ella sabrá de tu moción porque entra con frecuencia a controlar que no me desbande.